Ser más consciente de los productos que compras, cómo los aplicas y crear momentos de cuidado personal con intención y atención tiene muchos beneficios, entre ellos:
• Ayuda a reducir el estrés y la ansiedad.
• Mejora la calidad del sueño.
• Promueve el bienestar emocional.
• Reduce síntomas de depresión.
• Favorece la imaginación y la creatividad.
• Mejora la capacidad de atención.
Haz de tu rutina de skincare un ritual, relájate y concéntrate en cada paso. Al aplicar cada producto respira lenta y profundamente, tómate un momento para sentir tu piel, oler los aromas, observar las texturas.
Asegúrate de estar presente y consciente, prepárate un té y enciende la vela. Agradece a tu piel y a tu cuerpo todo lo que hace por ti...