LIMPIEZA FACIAL: Los triglicéridos que se encuentran en el aceite de ricino también son útiles para eliminar la suciedad de la piel así como restos de maquillaje. Limpia la piel en profundidad, la hidrata y tonifica. Mezcla aceite de ricino con aceite de oliva, aplícalo sobre todo el rostro dando un ligero masaje, al finalizar retira con abundante agua.
ANTIACNÉ: Las propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias del aceite de ricino lo hacen útil para reducir el acné. El ácido ricinoleico puede inhibir el crecimiento de las bacterias que causan el acné. Lava y enjuaga el rostro con agua tibia, para abrir los poros. Después, con la ayuda de un qtip coloca unas gotas de aceite de ricino sobre el área afectada, déjalo actuar durante un par de horas y enjuaga con abundante agua.
TEZ & TEXTURA DE LA PIEL: Los ácidos grasos del aceite de ricino también pueden promover el crecimiento de tejido de la piel saludable, por lo que es útil para restaurar tonos desiguales de la piel y mejorar la suavidad y tersura. El aceite de ricino se califica como poco comedogénico. Esto significa que es poco probable que obstruya los poros de la piel, y reduce el riesgo de desarrollar puntos negros, por lo que es apropiado para su uso en pieles sensibles.
PESTAÑAS: Consigue unas pestañas más fuertes y largas aplicando una pequeña cantidad sobre ellas cada noche. Aplica el aceite de ricino en las pestañas de la misma forma que aplicarías el rímel. Empieza desde el interior del ojo deslizando el cepillo desde la base de las pestañas hasta las puntas de estas haciendo movimientos zig-zag para que todas queden bien impregnadas, limpia el excedente con un poco de papel o algodón. CEJAS: Aplicalo directamente sobre las cejas siguiendo la dirección del crecimiento del vello. Deja que el aceite actúe en las pestañas y cejas durante toda la noche y al día siguiente, cuando te levantes, lava tu rostro con abundante agua tibia y limpiador. Hazlo todos los días por la noche para obtener mejores resultados. Para ver resultados se recomienda hacerlo con constancia y durante un periodo de tiempo prolongado. Evita el contacto directo con los ojos, ya que podría enrojecerlos e irritarlos. Úsalo siempre sobre las pestañas y cejas completamente limpias y libres de suciedad y maquillaje. En el caso de comezón o irritación, suspende su uso de inmediato.
CRECIMIENTO CAPILAR: Favorece la circulación sanguínea y estimula el crecimiento capilar. Aplica aceite de ricino en las zonas donde quieras estimular el crecimiento dando un ligero masaje circular. Se recomienda hacerlo durante un par de meses, una o dos veces por semana.
CABELLO SANO Y FUERTE: Aplica unas gotas en las puntas, déjalo actuar durante un par de horas y después lava tu cabello como de costumbre.
FORTALECE LAS UÑAS: Aplícalo con ayuda de un pincel sobre las uñas.
DOLOR MUSCULAR & ARTRITIS: El aceite de ricino ayuda a reducir las inflamaciones tanto en articulaciones como en músculos. Aplica en el área afectada una compresa de aceite de ricino tibio y coloca una toalla tibia/caliente encima, mantenlo así de 5 a 10 minutos.
DETOX: Una de las aplicaciones más populares del aceite de ricino es la desintoxicación del cuerpo. Los naturópatas suelen recomendar parches con aceite de ricino para aplicar en la zona del hígado y así ayudar a eliminar las toxinas del cuerpo. Gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes pueden ayudar a reducir el estrés oxidativo en el hígado y promover la eliminación de toxinas del cuerpo.
DIGESTIÓN: También puede ayudar a mejorar la digestión al estimular los músculos del intestino y ayudar a mover los desechos a través del sistema digestivo. Esto puede ayudar a prevenir la acumulación de toxinas en el cuerpo y a mantener el colon saludable.
ESTREÑIMIENTO: Empapa una franela en aceite de ricino y colócala sobre el abdomen, cubre con un plástico y coloca una toalla caliente/tibia encima para mantener la temperatura. Deja actuar de 30 a 60 minutos.
CÓLICOS MENSTRUALES: Calienta unas gotas de aceite de ricino a baño María, enfria un poco, coloca 5-7 gotas tibias en el ombligo (limpio)y ttapa con una toalla.
CÓLICOS BILIARES: Calienta unas gotas de aceite de ricino a baño María y cuando esté tibio virrite suavemente en el ombligo. Cubre con una toalla el ombligo y la zona de la vesícula. Coloca una botella de agua caliente/tibia encima de la toalla para mantener la temperatura durante unos minutos.